Me toca viajar todas las semanas desde Guayaquil a Playas (General Villamil) por asuntos de trabajo.
En el trayecto entre Progreso y Playas, y viceversa, me toca observar que en estos pocos kilómetros de esta supervía existe un espacio central muy interesante que se encuentra con maleza, cuando este parterre central debería estar sembrado con árboles de la zona, como guayacán, acacio, laurel, etcétera, que brinde un paisaje agradable para los turistas, y no hay nada de eso.
Ese espacio está perdido y es desagradable.
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