Hacia finales del siglo pasado, varios economistas que se autocalificaban de heterodoxos luchaban incansablemente contra las políticas neoliberales. Veían a las privatizaciones, a la desregulación, a la apertura indiscriminada y a la reducción del papel controlador del Estado como medidas que incrementarían la pobreza, generarían desempleo y aumentarían la desigualdad.
↧