Usualmente, las frases que salen de la boca de los caudillos son repetidas masivamente sin mayor preocupación por su contenido. Así ha ocurrido en todas las latitudes, a lo largo de los tiempos y en las condiciones más disímiles. Pero en cada sociedad y en cada momento siempre hubo un grupo que no cayó en ese encantamiento y que se atrevió a pensar por su cuenta y a construir sus propias frases. Llámense intelectuales o como se los quiera nombrar, lo cierto es que esas personas han desempeñado un papel clave en la defensa de las libertades.
↧