El presidente Obama anunció que congelará la deportación de los inmigrantes que viven hace más de cinco años en los Estados Unidos, tienen hijos estadounidenses o residentes permanentes, se someten a una completa revisión de antecedentes criminales y pagan sus impuestos. También suspenderá la deportación de jóvenes inmigrantes y se ayudará a menores que ingresaron al país antes del 1 de enero del 2010. Esto beneficiará, aproximadamente, a cinco millones de inmigrantes, que también obtendrían permiso de trabajo por dos años.
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