Gana entre un sector importante de quiteños la sensación de tener como alcalde a un “político light”. Con ello, se alude a dos fenómenos: por un lado, a su poca densidad política e ideológica, de donde pudiéramos esperar una visión más clara de la ciudad, con temas polémicos y controversiales alrededor de los cuales los quiteños debatamos y nos movilicemos. Por otro lado, a un estilo político centrado en cuidar la imagen y popularidad, para lo cual Rodas pretende ser un alcalde de todos, pero a condición de no proponer mucho ni hacer olas.
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