El excelentísimo señor presidente de la República va a tener que disponer que se cree otro tribunal de la Santa Inquisición para condenar a los humoristas, pero esta vez con alcances internacionales. Una especie de Superintendence World Comunication for Inquisition to Memes and Idiot Programs, presidida por algún Charles Eight que, a su pedido sabatino, dicte sentencias condenatorias a los autores gringos, ingleses, españoles, alemanes o franceses. No ha de ser difícil. Fu, el Patiño ha de lograr enseguida conformar ese tribunal, aunque sea dentro de la ALBA.
↧