Absolutamente nada estaba bien antes, según ciertos “redentores”, la salud, la educación, la vivienda, la vialidad y el servicio público eran un caos.
En parte, tendrán razón, no cabe la menor duda, a sabiendas de que los mismos de antes en su gran mayoría, esto es “los de la larga noche liberal” son las cabezas visibles del poderío.
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