Hemos entrado en un periodo de desmemoria, peor aún, de amnesia colectiva, en que el pasado poco a poco se difumina, incluso respecto de lo que fueron grandes progresos sociales. La ausencia de debate entumece el cerebro y alimenta el olvido. Es como si intentáramos poner una lápida sobre el pasado y convencernos de que estamos viviendo los mejores días en la historia del país. Quienes de alguna manera participamos como generación en esos grandes procesos nos vamos perdiendo en paredes ajadas por el tiempo. Recordar es ejercicio crítico y ayuda a mirar con distancia lo que hoy ocurre.
↧